Breve historia de la patata en Europa
Las patatas fueron cultivadas por primera vez en la región que hoy abarca el sur de Perú y extremo noroeste de Bolivia entre 8000 y 5000 AC. Siglos más tarde, hicieron su aparición en Europa después de ser traídas de América del Sur por los conquistadores españoles. Hoy en día, las patatas se han convertido en un alimento básico en muchas partes del mundo, teniendo un papel fundamental en gran parte de la cadena de suministro alimentaria mundial.
Variedades de patatas y usos
Para conseguir un resultado óptimo en nuestras recetas, es importante elegir bien el tipo de patata que vamos a utilizar. De forma general, podemos clasificar los tipos de patatas según su época de recogida y según su uso culinario.
Según la época de recogida, podemos encontrar patatas nuevas o tempranas, de estación, y tardías. Posiblemente esta sea la característica más sencilla de identificar a la hora de comprarlas, ya que dependiendo del momento de su recogida, la forma, tamaño y color de las patatas cambia.
Además del color, forma y textura, las patatas se pueden clasificar según su uso culinario. De esta manera, encontramos patatas perfectas para freír (principalmente patatas de estación o de maduración tardía), para cocer (sobre todo patatas de estación) y para asar (más bien aquellas de carne harinosa y maduración temprana, semitemprana).
Cómo escoger y conservar tus patatas
A la hora de comprar patatas, míralas bien y tócalas. Elige aquellas patatas firmes, de color homogéneo y sin puntos o brotes verdes o negros. Para conservarlas en casa, coloca las patatas en una caja de cartón, una bolsa de papel o una cesta para asegurar una buena ventilación. Guarda siempre las patatas en un lugar fresco (entre 6 y 8°C) y oscuro, ¡a las patatas no les gusta la luz!
Un truco para extender la vida útil de las patatas es añadir una manzana entre las patatas. Aunque parezca extraño, las manzanas emiten gas etileno durante su proceso de maduración, y eso ayuda a evitar que las patatas broten.
Salud y nutrición
Las patatas son una excelente fuente de almidón y no contienen grasa si se comen cocidas o asadas. También son una importante fuente de vitamina C (que proporciona más de un tercio de nuestras necesidades diarias), vitamina B6, potasio y fibra. Además, las patatas están llenas de antioxidantes y no tienen gluten. En comparación con el arroz y la pasta, las patatas tienen menos calorías y por lo tanto son una opción perfecta para tu dieta.